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Mª José García Rodríguez
colegiada M-12820
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Psicóloga clínica y psicoanalista
Especialista en infertilidad, maternidad subrogada y adopción nacional e internacional

Psicóloga. Adpción
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Maternidad y paternidad El psicoanálisis Experiencia psicoanálisis Poder Hablar Infertilidad y Adopción

apoyo psicológico en la adopción nacional e internacional

Procesos de adopción

Los hijos adoptados son muy deseados. Los padres tienen que pasar por un largo proceso interno (personal y de pareja) y también por un largo y costoso proceso de trámites (legales, burocráticos, etc.), proceso que está hablando de la fuerza del deseo que les mueve. Pero también, no lo olvidemos, los niños adoptados suelen tener tras de sí una historia de abandono y de rechazo.

La adopción es una forma de paternidad, ligada indisolublemente al ejercicio de una medida de protección a la infancia, que tiene como finalidad encontrar una familia con la que un menor, que se encuentra en situación de abandono y desamparo, pueda vincularse afectiva y emocionalmente y crear vínculos paterno-filiales.

Es el derecho del menor a tener una familia el que se intenta restituir mediante su inclusión en una familia adoptiva, ya que el interés del menor prevalece sobre cualquier otro.

Tenemos que ser conscientes de que, tanto el menor como los padres, parten de un pasado, están en un presente y van a hacia un futuro. Un proceso de filiación en el que pueden surgir innumerables cuestiones necesarias de atender.

En el caso de la Adopción Internacional, ser padre o madre por esta vía incluye un "plus" de trabajo vincular para la nueva familia, porque el hecho de provenir de otro país, grupo étnico, tener otro idioma, otro color de piel, etc. imprime a estas adopciones características propias, que los potenciales padres deben conocer para poder hacerles frente.

Contemplemos entonces, el asesoramiento, acompañamiento, formación e información como medidas preventivas y necesarias para consolidar un buen proceso de adopción. La aceptación de ayudas determinadas a los menores adoptados y a los padres adoptantes,  son importantes en las diferentes etapas de su vida, con el fin de integrar adecuadamente su origen y construir una sólida identidad.

Dos momentos importantes en el proceso de adopción:

Fase pre-adoptiva

Las familias que inician un proceso de adopción, comienzan en esta fase una carrera de fondo, a lo largo de la cual surgirán dudas, incertidumbres, fatiga, alegría, excitación, etc. El acompañamiento, la información y la preparación son elementos esenciales para poder consolidar adecuadamente este proceso de paternidad/maternidad y proporcionar los ajustes necesarios para aceptar al menor y su historia previa, conocida o desconocida.

Esta preparación, apoyo y acompañamiento se puede estructurar en las siguientes líneas de trabajo:

Consultas de orientación en Adopción. Dónde dirigirse. Trámites necesarios.
Consultas de elaboración y consolidación de las motivaciones a la adopción. Cuando surgen situaciones de NO-IDONEIDAD, el malestar y la frustración nos pueden invadir e impedir reflexionar sobre la Adopción. Ajustar, en su caso, las motivaciones y elaborar otras opciones de paternidad/maternidad más idóneas.
Consultas de contención, resolución de dudas, inquietudes y ansiedades frente a la futura adopción. La adopción, al igual que cualquier proceso de maternidad/paternidad, puede generar un gran número de cuestiones. La espera larga e incierta de la fase de pre-adopción necesita escucha y contención en determinados momentos.

Es importantge que los padres vayan reflexionando sobre las  expectativas en relación al menor adoptado (del niño ideal al niño real) . Es necesario que los padres/madres se acerquen y estén preparados a recibir las realidades de los menores que van a ser adoptados, tanto en sus experiencias positivas y negativas previas, como en sus carencias y necesidades, con el objetivo de facilitar la adaptación y una sólida vinculación.

 

Fase post-adoptiva

En esta fase del proceso, el menor ya se encuentra en la familia. Comienza una etapa de adaptación mutua, con sus ajustes y sus desajustes. Las  espectaivas de padres e hijos son mutuas. Lo más importante es ir estableciendo el vínculo.

En ciertos momentos del desarrollo del menor adoptado, pueden surgir una serie de necesidades, dificultades o inseguridades que son normales y características del propio proceso, pero que necesitan ser abordadas. Los padres experimentan sensaciones que no comprenden y que producen impotencia. Un trabajo psicológico con padres e hijos, en ciertas etapas del desarrollo, puede ayudar a una buena filiación y a una buena integración por parte del menor en su proceso de adopción, su origen y su identidad.

Los padres se hacen unas preguntas y los hijos otras. ¿Como abordarlas? Estas cuestiones pueden ser desde desajustes emocionales y conductuales ante la revelación del origen, hasta la búsqueda activa de información o contacto con la familia biológica.
Algunas alteraciones, que podemos reconocer como señales de alerta, pueden ser:
  • Dificultades en el proceso de vinculación.
  • Trastornos de sueño o de alimentación.
  • Cuadros de agresividad e hiperactividad.
  • Conductas autolesivas o movimientos de balanceo estereotipados.
  • Dificultades en el desarrollo del aprendizaje, tanto del lenguaje como motórico.
  • Aislamiento, dificultades para establecer relaciones sociales.
  • Sentimientos de inseguridad y desvalorización.
  • Dificultades o problemas de atención o de aprendizajes en el área escolar.
   
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